Monday, August 8, 2022
De parte del Pastor Natividad Marin y esposa Miriam, sus hijos Eric, Hadassa y Evan, le expresamos nuestro más sentido pesame a la familia Hernandez, Torres, Montañez por la partida de nuestra querida hermana y amiga Teresa "Tere". No obstante, a la misma vez, celebramos su partida para estar con nuestro Señor Jesucristo en el cielo. Se nos adelantó, pero un día la veremos cuando nosotros tambien estaremos juntos allá en gloria con Cristo. Por razones ajenas a nuestra voluntad no estamos allá con ustedes personalmente, pero nuestros corazones y pensamientos lo estan. Los amamos a todos mucho. Que el Espíritu Santo los consuele y les dé ánimo durante este tiempo.
Conocimos a nuestra Hermana Teresa alrededor del año 1973 cuando teníamos la Primera Iglesia Pentecostal en el 18 de la Oakman St. que fundó y pastoreaba el Rev. Luis Forty y que ahora está ubicada en el 116 Campbell St. Fue allí donde ella y muchos de su familia, inclusive su madre, la Hna Eufememia, que ya fue a estar con él Señor, se convirtieron al Señor. Desde entonces formamos un vínculo muy estrecho y fuerte de hermandad y amistad.
Ella fue un brazo fuerte en la iglesia que pastoreaban el Pastor Forty y su esposa la Hermana Ana. Las cortinas que tal vez cuelguen todavía en la tarima en el auditorio de la iglesia, fue un esfuerzo de amor de costura por la Hermana Teresa que sin su ayuda no se hubiesen terminado. Por tres dias y tres noches estuvimos cosiendo hasta que las terminamos. Ademas, en su empeño de preparase en la obra del Señor, se graduó con honores del Instituto Teológico Ramah de la Primera Iglesia Pentecostal. Igualmente fue miembro del equipo evangelistico dirigido entonces por el Pastor Natividad Marin. Fue allí maestra de niños y como siempre, bien dedicada.
Con el mismo esfuerzo se dedico a trabajar con nosotros en la iglesia que fundamos, y por gracia de Dios pastoreamos por 33 años, La Iglesia Cristiana Emanuel en el 1721 St Paul St. Compartimos muchos momentos felices sirviéndole al Señor de todo corazón. Fue una ayuda grande, trabajando fuerte en evangelizar las almas, en ayunos, retiros y vigilias, en hacer muchas actividades pro-templo. Fue maestra de la Escuela Bíblica, Presidente de las damas y del servicio Misionero. Fue Diaconisa y tesorera general en la junta de gobierno de la iglesia. Fue actora en dramas, cantó en el ministerio de cántico, y como poeta nos deleitaba con sus poemas, algunos compuestos por ella. Se preocupaba por los hermanos y siempre estaba pendiente de ellos y de nosotros. ¡Cuanto nos reiamos y bromeabamos juntos! Todo lo hacía con mucho gozo, con mucha dedicación, siempre buscando como hacer las cosas mas interesantes y que el mayor número de hermanos participara. Y todo esto mientras luchaba con la enfermeded. Sin duda alguna, fue una sierva y guerrera fiel al Señor.
Cuando se nos mudó a Florida, dejó un hueco muy grande, no solo en la iglesia como miembro, sino también como una amiga personal muy amada. Aún que nos comunicabamos a través del teléfono por llamadas y textos la extrañabamos mucho. Le agradecemos al Señor por el privilegio que Dios nos diera de conocer y trabajar brazo a brazo con nuestra amada Hermana Teresa. Pero Gloria a nuestro Señor Jesucristo que su lucha contra la enfermedad de 20 años ya cesó. ¡No más radiación no más quimioterapia, no más dolor!
Salmos 91:1
El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.
¡Hasta luego, querida hermana y amiga!
